Mercados y ferias III – Poner precio a lo hecho a mano

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Poner el precio a lo que haces es, a la vez, la cosa más importante y más difícil de todas. Es un problema con el que nos encontramos y que se tarda en solucionar. Los métodos para poner el precio a los productos son muy diferentes y personales, y normalmente varían con el tiempo y la experiencia.
Pero es algo por lo que hay que pasar, y es algo que hay que decidir con cuidado. No creo que aspiremos a hacernos ricas (ojalá pudiéramos!), pero tampoco se trata de perder dinero o tiempo. Las primeras veces que se establece el precio de algo es difícil decidirse, por lo que mientras no desarrollamos unos precios o métodos para calcularlos propios, me he encontrado un par de “fórmulas” que pueden ayudar:

La primera de ella es

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Material + tiempo + gastos + beneficio = venta al por mayor x 2 = precio final

Vayamos por partes:
Material: es obvio que con la venta tenemos que cubrir los gastos que hagamos con el material. Pero también hay que tener en cuenta el material “pequeño” como cierres, anillas, hilo, cordones, ojos, etc. que casi siempre se olvida.
Tiempo: el tiempo que se invierte en cada pieza o producto ha de ser pagado. Calcula un “salario” que te quieras pagar a ti misma por hora, y aplícalo según el tiempo que te lleve hacer cada pieza.
Gastos: además del material, hay que cubrir otros gastos que se tienen, como la compra de patrones, la participación en mercadillos, etiquetas, imperdibles, ganchillos, agujas, moldes, cortadores... todo lo que se gaste y no sea material propiamente dicho. Además, en la venta online hay que tener en cuenta las tasas de los portales que uses, paypal y así. Estos gastos no tienen que cubrirse en una sola pieza, se pueden “dividir” y repartir en el coste de las diferentes piezas que vendas.
Para tener el control de estos gastos, es buena idea llevar un control exhaustivo de gastos y cada X tiempo (un mes, tres meses, etc.) calcular cuánto has gastado. Y el total, dividirlo en el número aproximado de piezas que quieres vender o crees que quieres vender.
Esto también puede ayudarte a eliminar o reducir gastos innecesarios.
Beneficio: puedes utilizar este beneficio para ti, o para reinvertir en tus productos o materiales. No te sientas mal por querer alcanzar un beneficio medio-alto por tus piezas, porque es lo justo. Si quieres reinvertirlo o disfrutar de este dinero, no tendrás que extraerlo de tu sueldo.

La suma de todos estos factores sería el precio al que se vendería cada producto en lote. Es decir, si haces un colgante y el precio total son 9€, si vendes un lote de 3 el total serían 27€. Pero el precio de cada colgante independiente sería de 18€. Además de asegurarte un margen de beneficios extra, puedes hacer descuentos y ofertas muy interesantes si compran más de una unidad, puedes hacer rebajas sin perder dinero, etc.

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Otra fórmula que se puede usar, más sencilla es “(materiales+gastos) x3”. No tiene en cuenta el tiempo ni hay un extra de beneficio directamente, pero hay un colchón de beneficios que puede cubrir esos apartados.

Además, Wasel Wasel ha diseñado una hoja de cálculo a modo de guía. Como no tengo instalado Excel ni ningún programa de hojas de cálculo, no he podido comprobar por mí misma cómo es, pero he escuchado buenos comentarios sobre ella. Podéis verla en su blog: "Cómo poner precio (correcto) a tus productos"

Sin embargo, es posible que ninguna de estas fórmulas se pueda aplicar a tu trabajo. Por ejemplo, no sirven para el amigurumi, porque es imposible calcular la cantidad de lana que se usa en cada uno (y dividir el precio del ovillo por metros, ver cuántos metros tejes y aplicarlo), y el tiempo que se le dedica dispararía muchísimo el precio. Algunas cosas que puedes tener en cuenta, si las fórmulas no te convencen:
·El tiempo y los materiales que inviertes en cada producto.
·Tu experiencia en esa técnica. Con la experiencia se mejoran los resultados de una pieza, y así como en los trabajos "normales" se hacen aumentos de sueldo y ascensos, es algo que puedes tener en cuenta y aplicar.
·Complejidad. Si un producto es más difícil de hacer que otros, requiere más tiempo, detallismo o concentración, es un extra que puedes aplicar. O si es sencillo pero con un resultado llamativo, puedes aprovechar para bajarlo.
·El cariño que le coges a una pieza o un diseño. Personalmente, hay amigurumis de los que me cuesta más desprenderme, solo por motivos emocionales, y a ellos les aumento un poco el precio. "Cobro" la separación, por decirlo de alguna manera.
·Lo que tú pagarías por ese producto.
·Los precios de productos similares hechos por otros artesanos: no intentes batir sus precios, no es una competición. Elige los precios intentando ser honesta, ponlos más altos si crees que tus resultados son mejores, y más bajos si crees que puedes mejorar. Mantén el precio si crees que la calidad y dedicación están igualadas.
·Piensa en qué clase de cliente quieres tener, y adáptalo a él. Piensa en qué clase de persona quieres que use tus productos, porque no necesariamente tiene que ser alguien como tú. Por ejemplo, en los salones del manga sé que los clientes que voy a tener serán chavales/jóvenes con un presupuesto ajustado. En los mercadillos al aire libre busco a padres/abuelos/tíos/padrinos buscando un peluche favorito para un niño pequeño. Las piezas y su precio son diferentes en casa caso.

Ninguno de estos métodos son obligatorios ni rígidos. Si el precio final de una pieza te parece excesivo, bájalo. Si te parece muy bajo, súbelo. Usa un método para unas piezas y otro para otras. Los precios que pones son decisión tuya. Y como decía al principio de la entrada, los precios que ponemos varían con el tiempo, y los criterios que usamos para ponerlos, también. Juega con los precios hasta encontrar unos con los que estés cómoda.

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Cuidado, mucho cuidado, con los precios demasiado bajos. Un cliente podría preguntarse por qué tus precios son más bajos que los del resto:
·Suelen pensar que tus productos están hechos con materiales baratos y malos, y que lo que te compre se estropeará pronto. Por eso, aunque sea más barato, no lo comprarán. Buscamos que el cliente se fía de lo que compra, que le dure mucho tiempo y que esté contento con él. Con un precio demasiado bajo, esto no se consigue.
·No das valor a tus productos. Algo hecho a mano está hecho con cariño y con detalle, pieza a pieza, y eso ha de pagarse, aunque en un primer momento no parezca importante. Si lo hecho a mano está más barato que en el chino, no le estás dando ese valor “humano” que está dentro de cada pieza hecha a mano, y el cliente tampoco lo va a apreciar.
·Ganar en precios bajos a la “competencia” no hace ningún bien a nadie. Puedes quitarles clientes, pero devaluando la calidad de lo que ambos hacéis. Tú puedes tener algún cliente más, pero puedes dejar la sensación de que otros artesanos están “timando”, dañando sus ganancias y si tienen que bajar los precios afectará a la calidad de lo que hacen. Se hace daño a todo lo hecho a mano.
Por lo general, tendemos a pensar que lo que hacemos vale menos de lo que realmente vale. Puedes incluso probar a subir los precios. Si se venden bien, es que estás vendiéndolos por menos de lo que valen.

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Importante: no dejes que los clientes te dicten el precio. Hay poca cultura de artesanía en España, y se valora poco lo hecho a mano. Si haces un colgante y lo quieres vender a 18€, no dejes que nadie te convenza de que es demasiado caro. Lo hecho a mano lleva mucho tiempo, y no solamente en su producción: hay que diseñarlo, encontrar los mejores materiales, si vendes online, hay que sacar fotos y editarlas (incluso aprender a hacerlo); si vendes en persona, hay que buscar el mercadillo, prepararlo, asistir a él; de vuelta en casa tendrás redes sociales, correos y blogs a los que atender. Todo ese tiempo y ese esfuerzo hay que pagarlo.
Y si esa persona no quiere comprarlo, llegará tarde o temprano un cliente que lo valore, que le guste y que lo compre.

El precio de tus productos también mide tu valor y tu trabajo. No dejes que nadie te diga que tus precios son muy altos, o que quieres engañar a la gente haciéndoles pagar más de lo que valen. Solamente tú decides qué valen tus productos.

Bibliografía y más lecturas: (en español no he encontrado nada interesante relacionado con la venta de artesanía)

9 comentarios:

  1. Muy buena entrada. A mí me cuesta la vida valorar lo que hago, y poner el precio ni te cuento. :/

    Y ya que estamos con los precios, recuerdo algo muy gracioso -y patético- que vi hace un par de años. Estaba buscando por la red a cuánto se suelen vender los espejos Malma, y vi que la media eran 15€ -exagerado, pero...-.
    Sin saber cómo, terminé cotilleando por una página que vendía cosas para manualidades. Pues bien, en un apartado vendían espejos Malma ya decorados, así que fui a echar un vistazo y... ¡Sorpresa! ¡26 cochinos euros cada uno! Me quedé flipando, en serio, pero leyendo sobre ellos encontré la razón: estaban decorados por una conocidísima diseñadora -conocida en su casa-, y de ahí el precio. Cabe mencionar que su calidad de diseño era completamente mediocre, ya que pintar un marco de naranja apagado y pegarle encima una maldita bombilla no era precisamente una obra maestra....

    En fin, moraleja: cuidado con los que se suben a la parra valorando lo suyo a saco.
    Y no voy a tocar el tema del precio de las cosas mal hechas, porque me pongo de malas. xD
    Un saludo. =)

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    1. Claro, es otra cosa que no menciono: hay que ser realista con lo que se hace xD Si haces algo, creo que eres consciente de saber si está más o menos bien hecho. Si se ve desde lejos que no está cuidado que es una chapuza, da igual el orgullo que le eches y que quieras venderlo por el precio que quieras, porque no te lo van a comprar. No porque no lo quieran o no les llame la atención, sino porque se ve que es algo malo xD

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  2. De las cosas más complicadas... poner precio. Yo todavía no soy muy hábil en esto, pero supongo que en parte es por lo poco que se suele valorar lo hecho a mano. Como si el tiempo que inviertes, y no solo en tejer o coser, si no en idear, en empaquetar, etc. etc. etc no fuera nada. Supongo que la gente tardará en ver la diferencia que existe entre algo prefabricado y algo hecho a mano y con cariño, pero espero que algún día se den cuenta (los que todavía no lo han hecho, claro ^^).
    Muy útil el post y los enlaces, pero lo que más los consejos.

    Un beso!

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    1. Una de las cosas que más me gustan de las fórmulas que puse arriba es que contemplan explícitamente el tiempo que estás trabajando, sea creando o sea haciendo otras cosas (diseñar, buscar ideas, aprender técnicas, presencia en la red, empaquetar, etc.), que es algo de lo que normalmente nos olvidamos. Muchas veces, cuando alguien te ve en un mercadillo o en una tienda online no se da cuenta de que hay mucho más trabajo que el hacer el producto en sí. Es más, creo que hay veces que lleva más tiempo todo lo que rodea al producto que el propio producto.
      Gracias por comentar.
      Un beso!

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  3. Hola, es la primera vez que te visito, gracias a otra amiga amante de los amigurumis. Me interesó el tema porque a mí me resulta sumamente difícil ponerle
    precio a mi trabajo porque es muy difícil valorar por ej, la lana por meros, o el tiempo si solo lo haces en tu tiempo libre, y cosas así. Más aún, en Paraguay los amigurumis son prácticamente desconocidos, y yo soy apenas una novata.
    Soy tu seguidora desde ahora. Ojalá puedas pasar a visitar mi blog.

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  4. Hola a todas! muy interesantes estos post sobre como preparar la mesa, los productos, etc.. me encantaron. Pero este de poner el precio a lo que hacemos hace pensar. Hago amigurumis y la verdad tejo x gusto en todo momento que puedo (excepto cdo estoy en la pc, jaja) y se me hace muy dificil controlar el tiempo que invierto en cada uno, asi que cubro el costo de materiales y calculo una diferencia que los haga vendibles rapidamente, xq no me gusta llevarlos de feria en feria y no tengo espacio para acopiar mucho stock. Bien interesante tu blog, te seguiré siempre que pueda... Saludos desde Argentina!

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  5. Hola!! Acabo de descubrir tu blog. Verás estoy preparando una entrada con algún consejo que he recopilado sobre empezar a vender nuestros trabajos y Xandra de Arte Friki me ha pasado este enlace. Me gusta muchísimo todo lo que explicas y pondré el enlace a tu blog en mi entrada para que más gente pueda beneficiarse. Me apunto a seguirte. Por cierto mi blog es abargoartesania.blogspot.com estaré encantada de recibirte por allí.

    Besos

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  6. Excelente entrada. Ciertamente es muy complicado poner un precio a algo que uno mismo hace.
    Te agradezco que hayas tenido la bondad de darnos estos consejos a todos los que nos vemos en esta situación.
    Éxito.

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  7. Gracias!! Me parece muy util. Pero es dificil fijarlos. Ahora mismo me interesa poner precio a mis trabajos a ver que tal resulta :)

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